martes, 25 de febrero de 2020

Segundos fuera...

Tras unos días de asueto, vuelvo a las andanzas del blog y toca hacerlo con uno de los temas más candentes de la actualidad del balonmano español. Antes de nada y para evitar mal entendidos o dobles lecturas de lo que vais a leer hoy, no tengo nada a favor ni en contra de Frigoríficos Morrazo Cangas, Quabit Guadalajara, Balonmano Zamora Rutas del Vino o Condes de Albarei Teucro. Porque sí, toca hablar de los incidentes que han ocurrido en las mesas cronometradoras de los partidos de balonmano últimamente y, queramos o no, con influencia directa en la resolución de los mismos.

Yo soy defensor de la labor arbitral en todas sus ramas (árbitros, oficiales de mesa, delegados federativos) y reconozco que su tarea es muy complicada además de no estar del todo valorada por el público en general, incluso confieso que disfruto más del balonmano desde que tengo trato cercano con varios árbitros. Pero no es menos cierto que los incidentes ocurridos en el Cangas-Guadalajara y en el Zamora-Teucro hacen replantear el papel y la importancia de las distintas figuras arbitrales en un partido de balonmano. Porque está en juego el prestigio de nuestro deporte y de todos los participantes del mismo...

Pulsador de tiempo muerto usado en Europeos y Mundiales. Foto: EHF

Y es que, siendo sinceros, si los incidentes de ambos partidos se demuestran finalmente que son errores es un asunto muy grave. Porque estamos hablando de personas que realizan una labor pagada (la cantidad cobrada es otro tema que no viene al caso poner en valor aquí) y que con dichos errores influyen en el devenir de otras personas (jugadores y clubes) que también se juegan un sueldo (mayor o menor, aquí tampoco lo veo necesario valorar hoy). Por eso, desde mi punto de vista hay que fomentar y poner en valor que esta figura, la del oficial de mesa, vaya hacia una profesionalización al mismo nivel que el rango deportivo que esté en juego en los partidos que participen. Tanto para premiar lo positivo como para depurar lo negativo.

Otro aspecto, unido a esto último, es la depuración de errores en la búsqueda de encontrar un deporte más justo y que el balonmano tenga un mayor prestigio. Este tipo de incidentes en torno a mesas anotadoras durante partidos han pasado siempre (casos aislados, eso si) y, pese a las reclamaciones de los equipos afectados, nunca han traído un cambio o repetición del partido o hechos afectados a posteriori alegándose que no hay jurisprudencia previa para tomar una decisión de tal calibre. Quizás tenga que llegar un día (más pronto que tarde) donde se tome una decisión de este tipo que precisamente cree esa jurisprudencia necesaria, tal vez no se haga por miedo a los agravios comparativos de anteriores casos recientes que no tuvieron esa resolución pero considero necesario que se haga para que todos (jugadores, clubes y cuerpos arbitrales) sepan a lo que se atienen si vuelve a ocurrir casos como los dos citados hoy.

Mesa de anotadores de balonmano en los JJOO Londres 2012. Foto: COI

Porque errar es humano y como tal es lícito pero evitable en la medida de lo posible. Y en el caso de los oficiales de mesas, los posibles errores se evitan con trabajo previo y formación de las personas que realizan esa labor en los partidos. Cada Federación y cada institución toma las consideraciones y las medidas que cree necesario para fomentar esta labor, por suerte conozco casos de Territoriales donde se hace una labor muy formativa previa con las personas que van a ser oficiales de mesa de los partidos de balonmano. Curiosamente, en esas Territoriales donde se hace esa gran labor formativa no se recuerda ningún incidente grave o leve en torno a los oficiales de mesa desde hace mucho tiempo. ¿Casualidad?

En este espacio siempre he alegado por lograr entre todos los implicados en el mundo del balonmano un mejor deporte para el bien de todos, practicantes y aficionados. Siendo crítico pero desde el prisma constructivo y nunca destructivo (por mucho que alguno piense lo contrario). Y en esa búsqueda por mejorar el colectivo arbitral no solo es que sea necesario sino primordial para ello, contando por supuesto con esa figura del oficial de mesa a la que nunca se la atiende salvo que cometa un error como ahora. Esperemos que estos dos incidentes de las últimas semanas conlleve una mejora en los aspectos a pulir y un fomento de cuidar una figura poco conocida pero vital para nuestro balonmano. Que así sea...

jueves, 13 de febrero de 2020

Querida radio...

Reconozco que hoy te escribo con cierto temor a tu posible indiferencia como respuesta a estas palabras, sabes que este curso te tengo más abandonada que en años anteriores tanto de locutor en activo como de oyente fiel por motivos varios. Algunos de ellos ya explicados en su día y que ojalá no sean duraderos pero otros más por convicción e incluso por cierto desencanto general. Últimamente mantenemos una relación amor-odio que quizás ha hecho que nuestros caminos no vayan tan de la mano como en los últimos 8 años, pero es que una amante fiel y tu primer amor no se te olvida tan fácil...

Micrófonos de Pasión Balonmano Radio. Foto: Alfredo Domínguez

Porque lo nuestro, lo mío con la radio, fue amor a primera escucha. No tengo un recuerdo de pequeño que no esté la radio cerca como participante principal o secundario ya fuera en las tardes en casa, en las noches en la cama o en los viajes de fin de semana en el coche familiar. Y casi siempre con el deporte y/o la música de acompañante en la radio, mis otras dos pasiones que si tanto me han marcado ambas es seguramente gracias a su buen maridaje: deporte y radio, música y radio... Tan imprescindibles las unas sin la otra, aunque los que manden en ambas a veces no se quieran dar cuenta.

La radio es voz y la voz es personalidad. Y eso es lo que siempre me ha atraído de la radio, tanto cuando era un simple oyente como ahora que estoy involucrado en los medios. Soy de los que siempre ha unido grandes voces a transmitir seguridad cuando se trata de hablar por la radio, sea en el formato radiofónico que sea. Con grandes voces me refiero a voces conocidas, con solera, referentes sin importar el tono de la misma. A veces me siento más cómodo escuchando una voz "normal" pero que sabe transmitir que oyendo una voz "potente" pero con menos pasión que un témpano de hielo.

Estudio de radio de la emisora Libertad FM. Foto: Alfredo Domínguez

Y es que los que me conocéis ya sabéis que yo la radio tengo que vivirla y disfrutarla con pasión, no sé si es la mejor fórmula para lograr trabajar en ella a día de hoy pero sí es la que he hecho desde que pisé un estudio de radio por primera vez. Desde mis primeros y nerviosos momentos delante de un micrófono hasta el día de hoy, siempre he sentido la necesidad de transmitir al que me escucha las emociones que me puedan generar lo que veo y cuento. Es una vía, la mía, para intentar enganchar al oyente para que se quede al otro lado del transistor a escuchar lo que digo.

En eso de transmitir y de intentar tener una personalidad propia haciendo radio me ha gustado coger buenos gestos y detalles de otros a la hora de hacer radio, y no sólo de las grandes voces a la que antes me refería sino principalmente de aquellos compañeros con los que he tenido el orgullo de compartir proyecto, espacio físico o simplemente emisora. Ya fueran profesionales de gran trayectoria o compañeros que empezaban en esto de la radio, de todos he aprendido algo para ser mejor locutor y de todos los que siguen haciendo radio en distintas emisoras disfruto cada vez que lo escucho a lo largo del dial. Orgullo de compañeros que dan lustre a este mágico medio.

Imagen de una retransmisión de Pasión BM Radio. Foto: Alfredo Domínguez

Como en todos los ámbitos de cualquier profesión, no todo es perfecto y claro que existe una forma de hacer o entender la radio que no me gusta ni que asimilaría como mía y si algún día caigo en ella, querida radio, mándame una señal para evitar ir por ese camino. Prefiero quedarme con esa radio que, independientemente de EGMs o audiencias varias, se hace por y para el oyente que disfruta este medio ya sea informándose de la actualidad, entreteniéndose como un buen programa o disfrutando de un buen producto musical (que no una mera playlist musical emitida por una emisora). La radio que te engancha y te acompaña en tu día a día.

Querida radio, reconozco que a veces (sobre todo en la última época) he dudado bastante de ti y por momentos he pensado hasta abandonarte por los sinsabores amargos que me has dado para todo lo que yo te he dado. Pero, como ocurre en el amor, cuando sientes un flechazo profundo eres capaz de perdonar casi todo a ese ser tan amado por muchos malos momentos que te haga pasar. Y, como ocurre en el amor, al final el cariño que te tengo es tan fuerte que dudo que algún día me aleje del todo de ti. Querida radio, Feliz Día Mundial de la Radio... Por muchos momentos más juntos.

martes, 4 de febrero de 2020

Gràcies per tot, capità!

Escribo esta entrada de mi blog a medio camino de la pena de despedir de las pistas a un ídolo de nuestro deporte y la nostalgia de ver cómo se retira uno de los grandes del balonmano que he disfrutado desde mi época de joven aficionado al balonmano hasta mi actual época de periodista que cubre la actualidad del 40x20. Don Víctor Tomás González se retira al final de la temporada por culpa de unos problemas cardíacos que le han lastrado en los últimos tiempos, tal y como ha anunciado este lunes en una emocionante rueda de prensa. Uno de los grandes de los grandes del barcelonismo y del balonmano español colgará las botas este próximo verano.

Víctor Tomás saluda tras un partido en el Palau Blaugrana. Foto: FC Barcelona

Santo y seña del sentimiento culé en la sección de balonmano, no se puede entender las dos últimas décadas de la historia del Barça sin la presencia del extremo derecho en la formación del equipo blaugrana y siendo parte importante de la consecución de todos los títulos que han logrado en todo este tiempo. Porque los, de momento, 67 títulos que muestra su palmarés con el club de la ciudad condal no se han logrado ni por casualidad ni por "pasar por ahí" sino son un ejemplo claro del gen competitivo que siempre ha mostrado el genio en cualquier partido y en cualquier competición que disputara con su club. Y más desde que luce el brazalete de capitán del FC Barcelona.

Porque si algo ha dejado claro en estos últimos años Víctor Tomás es que ha sido el capitán no sólo por mera veteranía en el club sino por los valores que ha demostrado con el brazalete puesto. Siempre defendiendo los valores de su equipo pero, sobre todo, defendiendo los valores de la deportividad y de hacer más grande el balonmano desde su posición como referente deportivo y social de uno de los mejores clubes del mundo. Y es que la presión de estar en un club "obligado" a ganar todo cada año le pueda pesar más todavía si cabe al que lleva el brazalete de capitán, pero nunca se le ha visto un mal gesto o una mala palabra cuando las cosas no salían como se esperaba o cuando los objetivos no se lograban. En eso ha sido un ejemplo de capitán para barcelonistas y para amantes al balonmano.

Imagen de Víctor Tomás durante un partido de Champions. Foto: FC Barcelona

Pero Víctor Tomás no sólo ha demostrado su valía deportiva y humana en el Barça, también en la selección española en una época que no corresponde en cantidad y calidad de medallas al buen hacer del catalán en la selección. Entrando en la época posterior al Oro en el Mundial de Túnez y a la Plata en el Europeo de Suiza, donde el cambio generacional unido a la época gloriosa de otras selecciones nos alejó más de lo que mereció Tomás de alcanzar éxitos y medallas. Pero pudo disfrutar del bronce olímpico en Pekín, de los bronce y plata Europeos previos al doble título que poseemos y, sobre todo, del Oro en el Mundial de España con la histórica Final disputada en su Barcelona natal.

Y más allá de los resultados logrados, Víctor Tomás ha plasmado en la selección española su garra y su gen competitivo que demostraba en el día a día del club, algo que no es fácil ya que casi siempre las formas de juego y las dinámicas de las competiciones de selección son totalmente distintas que las de club. Pero cada vez que la cosa se ponía complicada en un partido siempre estaba ahí Víctor para jugársela o para tirar del carro con el resto de sus compañeros, las cosas podrían salir mejor o peor al final en lo que ha resultado se refiere pero la entrega y la lucha por el bien común de la selección nunca se le podrá negar en su década defendiendo la camiseta de España. Aunque alguno quiera agarrarse a temas extradeportivos para tacharle de justo lo contrario, no lo podrán demostrar nunca.

Imagen de Víctor Tomás durante un partido con la selección. Foto: RFEBM

Hablar de Víctor Tomás, más allá de lo deportivo logrado con el Barça o con la selección, es hablar de valores y compromiso con un club y, sobre todo, con un deporte. Porque en su papel de referente del balonmano siempre ha tenido un buen gesto o una buena cara después de los partidos con todos los chavales que le pedían fotos o autógrafos, sabiendo perfectamente que esos gestos son los que hacen que los jóvenes amen más nuestro deporte y que enganchen más al aficionados. O con su gran labor todos los veranos con el Campus VT8 que es ya uno de los clásicos de todos los años para hacer que los chavales aprendan y disfruten de nuestro deporte. Pequeños detalles para él pero que le hacen un grande como persona y que hacen más grande al balonmano.

Y esos valores también se mostraban en su trato con la prensa, al menos en lo que yo he podido vivir en primera persona. Por mis circunstancias profesionales, yo sólo he podido tener trato en los grandes eventos nacionales y de manera no muy cercana pero siempre era el primero en dar la cara en las buenas y, sobre todo, en las malas. Incluso en los momentos en los que le hemos criticado de una manera poco o nada justa, siempre estaba ahí para demostrar esa clase que ha tenido desde siempre. Por desgracia, a partir de junio perdemos su valía como jugador pero ganaremos una persona que ha de estar sí o sí vinculada al balonmano en una medida u otra para el resto de larga vida. Mientras tanto, disfrutaremos de sus últimos partidos en el 40x20 y luego completaremos melancólicos esa camiseta número 8 colgada de su querido Palau Blaugrana... Gràcies per tot, capità!

Víctor Tomás con el trofeo de la EHF Champions League. Foto: FC Barcelona

La capitana de la eterna sonrisa

Hoy me vais a permitir el lujo que este artículo vaya dedicado a una persona en concreto que ha decidido colgar las botas y no volver a juga...