viernes, 31 de julio de 2020

Maldito mes de julio

Vuelvo a aparecer por mi particular rinconcito tras unas semanas de obligada desconexión y con muchos temas para analizar en las próximas semanas, que de alguno todavía no están todas las cartas puestas encima de la mesa y toca esperar a que la baraja se reparta. Pero esta entrada tenía que ser en recuerdo de una gran persona que por desgracia ya no está entre nosotros, que hace un par de semanas nos dejaba de forma repentina por culpa del maldito Coronavirus que tanto daño nos está haciendo durante este año 2020. Porque este maldito mes de julio de 2020 que ya acaba será siempre de triste recuerdo por la marcha de una de las figuras principales de nuestro balonmano: Don Claudio Gómez Navarro.

Poco voy a descubrir de la figura de Claudio que no se supiera ya en vida ni de lo que se ha hablado sobre él los días posteriores a su marcha, Claudio Gómez ES balonmano (me cuesta hablar en pasado de él). Un hombre que ha dedicado toda su vida a nuestro querido deporte en varias facetas: como portero de larga trayectoria en su época de jugador, como certero comentarista de televisión cada vez que le llamaban y, sobre todo, como incombustible gerente de su amada Asociación de Jugadores de Balonmano. Todo lo que hacía en torno al balonmano iba cargado de pasión y devoción por nuestro deporte, una pasión y devoción que transmitía a todo aquel que tenía cerca tanto en el trato diario como en encuentros puntuales. Una pasión por el balonmano que tan necesaria es en según qué momentos, él siempre la tenía.

Claudio Gómez Navarro. Foto: AJBM

Se nos ha ido muy pronto nuestro querido Claudio. Y lo de querido no es el típico recurso para hablar de alguien que acaba de fallecer, es que Claudio era una persona muy querida por toda la gente del balonmano y por suerte él pudo eso percibir en vida o al menos esa sensación siempre tuve cuando salía el nombre de Claudio Gómez en cualquier conversación estuviera él presente o no. Ese cariño no se regala fácilmente, se trabaja día a día con trato cercano y una actitud siempre abierta ante todos con una visión de acercar posturas para cualquier tema que tuviera que tratar. Sobre todo estos últimos años cuando tenía que defender cualquier asunto relacionado con el mejor bienestar de los jugadores y de su querida AJBM, buscando lo mejor para aquello por lo que tenía que luchar pero sin poner zancadillas a nadie.

Porque la AJBM ha conseguido muchas mejoras en pro de los jugadores y de sus asociados en estas más de dos décadas que el ilustre alicantino ha estado vinculado con la Asociación de Jugadores de Balonmano, ha sido clave en el cambio que ha tenido la AJBM durante todo este tiempo con una implicación más directa con los jugadores y fomentando muchas actividades formativas enfocada a la base. Sobre todo el Campus de verano de la AJBM en el que el propio Claudio estaba trabajando y pensando prácticamente todo el año, que macabra coincidencia que se nos haya marchado justo en plena edición de este 2020 que tanto les había costado sacar adelante por culpa de todo lo que ha derivado la pandemia del COVID-19. Qué jodida macabra coincidencia, querido Claudio...

Claudio Gómez en la sede la RFEBM.

Por desgracia, yo no tuve un trato cercano diario con Claudio como otras personas que conozco sí han tenido esa suerte pero tengo la enorme alegría de saber que Claudio siempre me tuvo un cariño especial y me lo mostraba siempre que coincidíamos en un pabellón o cada vez que hablábamos para que me contara las novedades que hacían desde la AJBM. Siempre dispuesto a ayudarnos en la difusión del balonmano y del trabajo que hacemos en Pasión Balonmano, hablar con Claudio Gómez era siempre un chute de energía y solo con una pequeña charla con él ya te da ánimos para afrontar el resto del día. ¿Ahora quién nos va a dar esos abrazos enormes que eran tan grandes por tu estatura como tu humanidad? ¿Quién nos va a dar esos ánimos tan necesarios en momentos claves? Joder Claudio, cuánto te vamos a echar de menos...

Se nos ha ido Claudio Gómez en pleno mes de julio y por segundo año consecutivo el balonmano llora la pérdida de una gran figura de nuestro deporte. Hace un año fue el siempre recordado Diego Carrasco el que nos dejaba también de manera repentina, parece que fue ayer cuando coincidí con él y sus Panteras Malagueñas en la Copa de la Reina 2019 de Barakaldo. ¿Quién me diría que sería esa la última vez que nos íbamos a ver? Otra de las grandes personas que teníamos en nuestro balonmano que se nos fue demasiado pronto, de esas que te inyectaban buen rollo y alegría cada vez que las veías. Cada vez que veo y/o hablo de su Rincón Fertilidad Málaga me viene su imagen a mi mente, sé que desde ahí arriba sigue sonriendo con el legado que siguen manteniendo vivo su Pepa, su Suso y sus chicas. Eterno Diego.

Diego Carrasco. Foto: La Opinión de Málaga.

Se acaba el mes de julio, un mes que parece estar maldito por desgracia para nuestro balonmano con pérdidas tan terribles como la que citaba de Diego Carrasco o la aún demasiado reciente de Claudio Gómez. Cualquier pérdida de cualquier persona es dolorosa, pero si son de personas que rebosaban bondad y humanidad por los cuatro costados cuestan más de cicatrizar esas heridas. Y más cuando parece que en ciertos ámbitos del balonmano español estamos faltos de comprensión, humanidad y entendimiento entre personas. A veces nos preocupamos y peleamos por cosas a las que le damos demasiada importancia y nos olvidamos de lo realmente importante: las personas. Claudio, Diego, cuidarnos desde allí arriba con una sonrisa como lo hacíais desde aquí abajo. D. E. P.

La capitana de la eterna sonrisa

Hoy me vais a permitir el lujo que este artículo vaya dedicado a una persona en concreto que ha decidido colgar las botas y no volver a juga...