Este pasado domingo celebramos en A LA MADERA el octavo cumpleaños de vida del programa semanal de radio,
una locura que inicié allá por 2011 en una emisora pequeña de
Madrid donde la ilusión y la calidad de todos los jóvenes
periodistas que por allí pasamos era inversamente proporcional a los
recursos económicos y buen hacer de los que regían aquello. Ni por
asomo imaginaba por entonces que ocho años más tarde tendría una
mochila cargada de experiencias y de buena gente.
Imagen de la Copa de la Reina Castellón 2015. Foto: Handball 100x100
Porque si hablo de experiencias vividas, la que siempre llevaré con orgullo fue el añorado Mundial de España 2013. Para un todavía novel en el balonmano por aquel entonces como yo, tener el privilegio de narrar los partidos de ese Mundial para la única emisora de radio que dio íntegro el torneo (los 84 partidos de manera íntegra y/o en formato carrusel) fue algo maravilloso. No nos llevamos ningún reconocimiento oficial por aquel despliegue, como sí hizo la RFEBM a otros medios que no llegaron ni a la mitad del trabajo que hicimos nosotros, pero el mejor premio es la gente con la que trabajé esos días.
Foto en el Palau Sant Jordi del equipo de retransmisiones de Pasión Deportiva
Radio durante el pasado Mundial de Balonmano España 2013. Foto: DDGS
Radio durante el pasado Mundial de Balonmano España 2013. Foto: DDGS
Porque de esto va el tema, amigos, de rodearse de buena gente. He tenido el privilegio de trabajar siempre con grandes personas que, además, son enormes profesionales cuando tienen que ponerse delante de un micrófono o comunicar de la forma que toque. Y habiendo calidad humana y profesional de por medio, el trabajo que uno hace y los esfuerzos que hay que hacer para que proyectos como este salgan adelante se toman con más fuerza. Incluso cuando esos esfuerzos traspasan lo que cualquier persona "en sus cabales" haría.
Imagen en el Pabellón David Santamaría del equipo de retransmisiones de Pasión
Balonmano Radio en el Guadalajara-Ademar del curso 18/19. Foto: Carlos S.
Pero es que incluso esa buena gente de la que me rodeo o que voy conociendo al final acabo incluso hasta considerándolos como amigos. Porque otra cosa no, pero amigos el balonmano te los da a grandes cantidades. Y muchos de ellos están entre los que "están enfrente", en los protagonistas a los que entrevistas tras los partidos. Jugadores y entrenadores que, a la poca confianza que les brindes, ellos te la devuelven multiplicada. Si muchos de los programas de A LA MADERA que he realizado han salido tan bien es gracias a los protagonistas y su predisposición a hablar de la manera tan clara como siempre lo hacen.
Entrevista a Félix García tras el partido de la Challenge Cup entre Helvetia
Alcobendas y Kumanovo en 2016. Foto: José Cañete/Pasión por el Balonmano
Y si hay que buenas experiencias y buena gente, eso viene unido cuando hablo de compañeros de profesión de otros medios. Porque si encima que somos pocos los que cubrimos balonmano, si nos lleváramos mal entre nosotros sería el acabose. Al menos ni es mi estilo ni mi conciencia me lo permitiría. Muchos son los compañeros a los que he liado para mis pequeñas locuras y nunca tuve un NO por respuesta. Y en sentido inverso igual. Eso dice mucho del gen especial que tenemos la gente que nos dedicamos o nos hemos dedicado en algún momento al balonmano. Que el compañerismo está ante todo en el ambiente. Cada uno luchando por hacer su trabajo mejor que el resto, claro, pero siempre con deportividad.
Imagen de los compañeros de Deporte 100x100, Handball 100x100 y Pasión
Balonmano Radio durante la Copa de la Reina 2015. Foto: Handball 100x100
Pero si de algo es de lo que me siento más orgulloso de todos estos años es de ver cómo la gente de la que me rodeo va logrando alcanzar grandes metas y alegrarme por ellos casi más que si fuera yo quien lograra esas metas. A lo mejor incluso peco de demasiado orgullo ajeno y de demasiado poco orgullo propio con esto, pero así me sale. Ver como compañeros (amigos) consiguen tener peso importante en lo que se proponen o lograr puestos que les permite crecer laboral y humanamente me hace feliz. Que los que me rodean puedan aportar desde dentro para que el balonmano crezca y sea mejor me llena de "orgullo de padre".
Carlos Ruiz (Responsable Comunicación Balonmano Ciudad Encantada)
junto al equipo de Pasión Balonmano Radio en 2017 durante un derbi entre
Guadalajara y Ciudad Encantada. Foto: Balonmano Ciudad Encantada
junto al equipo de Pasión Balonmano Radio en 2017 durante un derbi entre
Guadalajara y Ciudad Encantada. Foto: Balonmano Ciudad Encantada
Los tiempos van cambiando, las circunstancias van variando y las personas (los que siguen y los que estuvieron) te ayudan a que las experiencias sean más completas. Y aunque servidor a veces muestra un papel de independencia (o de 'ir a mi bola') muy marcada en el trabajo periodístico, sin la aportación de la que gente que me rodea el producto que realizo no sería ni la mitad de lo bueno que es como al final el público ve. Ya sea un programa de radio, una retransmisión de un partido, una crónica escrita o una publicación cualquiera en los 'social media'. Y eso no se paga con dinero suficiente.
Imagen del Alcobendas-Málaga de la temporada 14/15. Foto: Alfredo Domínguez
No sabemos que nos deparará el futuro, si será muy largo tal cual como estoy a día de hoy o vendrán cambios (ojalá positivos) más pronto que tarde. Lo que sí sé seguro es que las experiencias vividas han marcado a una persona que es totalmente distinta a la que era allá por noviembre de 2011, y que todos los que me han acompañado en el camino (salgan o no en las imágenes que acompañan este texto) tienen un hueco en mi memoria y, muchos de ellos, en mi corazón. Por, al menos, otros ocho años de radio, periodismo, balonmano, experiencias... y buena gente.