viernes, 7 de agosto de 2020

La capitana de la eterna sonrisa

Hoy me vais a permitir el lujo que este artículo vaya dedicado a una persona en concreto que ha decidido colgar las botas y no volver a jugar a balonmano (espero que sólo de momento). Retiradas del deporte profesional activo hay muchas cada año, tanto en el balonmano como en el resto de disciplinas, y siempre son motivo de cierta pena saber que no vas a poder disfrutar al año siguiente del juego de esos jugadores que pasan a disfrutar de una "nueva vida". Pero cuando esa retirada es de alguien que has podido disfrutar de cerca durante varios años de su carrera y, sobre todo, que has conocido la gran persona que se "esconde" detrás de la jugadora de balonmano es motivo para escribir unas líneas en su honor. Hoy toca hablar de la magnífica Teresa Francés Aguado.

Porque Teresa es una de esas jugadoras que "engancha" cuando la ves jugar, tanto por su calidad de juego individual y en equipo como por la intensidad con la que vive los partidos cuando está en la pista o incluso más cuando está en el banquillo tomando respiro. El lado derecho de los ataques de su equipo siempre llevaban su firma y en defensa siempre cumple con la difícil tarea de frenar a rivales de calidad, no recuerdo una temporada de toda su trayectoria donde haya tenido al menos dos o tres partidos que haya dinamitado y marcado la diferencia. Incluso las temporadas donde las malditas lesiones la han lastrado más, siempre ha tenido partidos muy destacados a nivel particular y ayudando al equipo. Teresa Francés en la pista es sinónimo de espectáculo y diversión para todos, ella incluida.

Teresa Francés en un partido de la pasada temporada. Foto: BM Alcobendas

Salida de aquella maravillosa generación de jugadoras que tenía el Elda Prestigio, Teresa ya dejó detalles de su calidad en la cantera eldense antes de dar el salto a Alcobendas. Pero ha sido en el equipo madrileño donde hemos podido disfrutar de una gran evolución en su juego y de cómo iba creciendo como jugadora, llegando a estar en el ojo de las convocatorias de la selección española. Quizás su honorable posición de querer compaginar estudios con deporte y ciertas lesiones nos han impedido disfrutar más de su juego con las Guerreras, pero por proyección y aptitudes de juego seguro que su paso por la selección hubiera sido mayor para disfrute de todo. Por suerte, la hemos podido disfrutar estos últimos ocho años en Alcobendas.

Unos años donde Teresa Francés se ha convertido en santo y seña de Alcobendas, no sólo por ser la capitana del equipo madrileño sino también por cómo ha evolucionado positivamente el equipo todo este tiempo con Teresa como referente principal año tras año. Como os decía antes, uno de los principales activos de Teresa como jugadora es su gran lectura de juego a la hora de saber qué tiene que aportar en cada momento para el equipo. En Alcobendas hemos visto su polivalencia a la hora de jugar, ha jugado "de todo" en el lado derecho del ataque y sabiendo cómo ayudar en defensa. Pero no sólo ha ejercido de capitana en la pista, también desde el banquillo con sus gritos de ánimo que resonarán para siempre en el Pabellón de Los Sueños y dando siempre la cara cuando el partido salía mal para arropar a compañeras y equipo. La capitana de la eterna sonrisa, incluso en las malas ocasiones.

Foto oficial del club de Teresa Francés al inicio de la 
temporada 2018/2019. Foto: Balonmano Alcobendas

Poniendo enfoque en esto, podemos afirmar sin reparo que Teresa Francés es un EJEMPLO de deportista y jugadora. Por los valores que transmite en su día a día tanto en los partidos como en los entrenamientos y por su implicación social con su equipo y con todo el club. Es habitual verla en las gradas del Pabellón de Los Sueños viendo los partidos del equipo masculino o de algún equipo de la cantera de Alcobendas si sus labores se lo permitían. Ejemplo para las niñas de que se puede llegar lejos en el deporte con trabajo y esfuerzo sin tener que renunciar a hacer una carrera universitaria nada fácil como es Enfermería, y también para todos viendo que se puede llevar de manera muy digna a la vez dos carreras (deportiva y laboral) rindiendo a gran nivel en ambas. Para aquellos que se "ahogan" solo con su trabajo o su estudio, si se quiere se puede.

A nivel personal, reconozco que soy fan absoluto de Teresa Francés prácticamente desde el primer día que pisé el Pabellón de Los Sueños de Alcobendas. No sólo por todo lo que ha demostrado en la pista (que también) sino también por su forma de ser y por el trato siempre amable que me ha dado. Como comentaba al principio, es de esas personas que te "enganchan" al poco de conocerlas por su eterna sonrisa y por su predisposición siempre a todo lo que haga falta por difundir nuestro deporte. Muestra de su personalidad y de su humanidad es que cada vez que el partido había sido malo no dudaba en salir a dar la cara con los medios pero cuando era una gran victoria intentaba quedarse en segundo plano, aunque algunas veces la convencíamos para que no fuera así. Lo dije el día que anunció su retirada de las pistas, Teresa Francés es de las mejores personas con la que me he cruzado en un pabellón desde que hago balonmano. Suerte la nuestra de haber coincidido con ella.

Teresa Francés lanzando en un partido ante Cleba León. Foto: BM Alcobendas

No me quería olvidar antes de acabar la gran labor que hace Teresa Francés en su faceta laboral como enfermera, en su día ya hice mi particular homenaje en otro post del blog a todos los profesionales que siguen luchando contra el COVID-19 y pude conocer un poco más la labor de Teresa como enfermera en el programa A LA MADERA especial que hicimos sobre ese tema. El mundo del balonmano pierde (esperemos que sólo de momento) a una gran jugadora pero continuaremos disfrutando de una gran enfermera profesional en sus labores sanitarias. Y ojalá sigamos disfrutando de sus gritos de ánimo resonando por el Pabellón de Los Sueños y allá donde ella quiera. La Tere es mucha Tere, y lo seguirá siendo haga lo que haga en su futuro.

La capitana de la eterna sonrisa

Hoy me vais a permitir el lujo que este artículo vaya dedicado a una persona en concreto que ha decidido colgar las botas y no volver a juga...