miércoles, 24 de junio de 2020

Curioso elemento el tiempo

El tiempo no se detiene
ni se compra ni se vende
no se coge ni se agarra
se le odia o se le quiere.

Al tiempo no se le habla
ni se escucha ni se calla
pasa y nunca se repite
ni se duerme y nunca engaña.
"Tiempo". Jarabe de Palo, 2001.

Quería hacer un homenaje al desaparecido Pau Donés con una de las canciones más conocidas de Jarabe de Palo para introducir el tema que quiero tratar hoy, porque como diría también el famoso refrán: "El tiempo siempre da y quita razones". Estas referencias vienen perfectas para hablar sobre el Ademar León y lo que está ocurriendo en torno a las denuncias por parte de unos cuantos ex-jugadores del club ademarista por irregularidades en los contratos laborales que tenía la entidad leonesa con dichos jugadores (y alguno que aún no ha denunciado). Una noticia que cuando ha salido a la luz por los propios afectados no me ha llegado a sorprender, ni eso ni la reacción que ha tenido el actual presidente del ABANCA Ademar León contra los propios afectados cuando lo han hecho público.

Porque ahora salta a la luz gran parte del iceberg (no al completo) que hace tiempo se intuía sobre la situación contractual de los distintos jugadores que han ido pasando por el Ademar en los últimos años, esto no es nuevo de la actual Junta Directiva pero en los cursos recientes se ha recrudecido este tema. Si bien es cierto que los problemas económicos del Club Balonmano Ademar León son sabidos desde hace más de una década y por diversos motivos que ya se analizaron en su debido momento, la actual Directiva no parece que haya logrado frenar dichos problemas ni regularizar la situación de sus jugadores sino más bien lo contrario. Y mientras tanto, alguno de ellos preocupado por qué se va diciendo sobre ellos más que en hacer una mejor labor por un club histórico. 

Cayetano Franco, presidente del Ademar León. Foto: Leonoticias

Y es que el actual presidente del Ademar León, Cayetano Franco, y su Junta Directiva tienen oficialmente vetado al medio de comunicación al que pertenezco (PASIÓN BALONMANO) y concretamente a su responsable (Paula San Esteban) desde hace 5 años por el mero hecho de que Paula contara las situaciones irregulares contractuales que tenían ya por entonces los jugadores del Ademar y otras materias económicas de la entidad de dudosa claridad. El tiempo, al final, da y quita razones. Se quiso "castigar" a un medio por el mero hecho de informar de algo que ahora los propios afectados hacen público. ¿Vetará ahora Cayetano Franco el acceso al Palacio de Deportes de León en los partidos del Ademar a los denunciantes por hacerlo público? Por cierto, desde entonces PASIÓN BALONMANO solo ha podido estar presente en el Palacio cuando el partido era organizado por terceros (ASOBAL, RFEBM o EHF) pero en los partidos de liga regular seguimos sin poder entrar.

Un presidente que no sólo ha salido a reconocer que lo han hecho mal cuando se ha conocido la denuncia de los ex-jugadores, sino que se ha dedicado a atacarlos públicamente e intentar querer ponerlos como los malos de una película donde son precisamente las víctimas. Intentando tirar por los suelos el prestigio de unos jugadores que se han dejado todo por un escudo y una camiseta histórica de nuestro balonmano mientras otros se dedican a ir en plan hooligan a los partidos del club que presiden, si me dan a elegir entre una posición u otra sólo con esta última frase ya adivinaréis quién me merece más respeto. Y si le añadimos lo ya explicado aquí y todo lo que ya se sabe de estos últimos tiempos más todavía si cabe.

Esta situación, aunque ahora salte a la primera plana informativa de nuestro deporte incluso a nivel nacional, no es nueva y ya era conocida por la ciudad de León. Toda persona que tuviera alguna relación directa o indirecta con los implicados ya sabía que estas cosas estaban pasando en el club con mayor o menor detalle, incluidos los periodistas que siguen la actualidad del Ademar. No voy a entrar aquí a criticar a compañeros por no querer hacer pública enérgicamente esta situación, allá cada uno con su forma de entender la profesión. Pero sí que me chirría (por ser fino) que incluso haya algún informador que ha hecho el amago de defender la postura del señor Franco y de la directiva en vez de, al menos, contraponer ambas posturas y que la gente valorara. No quiero pensar que tenga que ver con que cierto medio viaje con el club a la hora de cubrir los partidos del equipo lejos de León, no creo...

Cinco de los jugadores que han demandado al Ademar. Foto Mauricio Peña/La Nueva Crónica

Sin ser seguidor del Ademar o haber vivido el día a día del club leonés, me duele ver cómo jugadores que han sido santo y seña de una entidad histórica como la ademarista tengan que salir del equipo por la puerta de atrás sólo porque los que rigen ese club no quieran regularizar su situación y cuando hay que finalizar el contrato se haga con malas artes. Nuestro balonmano español actual no tiene precisamente exceso de jugadores que sean mitos de clubes históricos, por falta de estos últimos y por situaciones raras como la hoy tratada aquí. Seguro que más de uno de los denunciantes les hubiera gustado seguir haciendo una larga carrera bajo un escudo histórico como el de Ademar y no salir en busca de mejores condiciones laborales, pero con ese presidente al cargo del club no podían tomar otro camino.

Volvemos a ser noticia, nuestro querido balonmano español, más por desgracias económicas que por alegrías en cuanto a mejora de clubes o competiciones nacionales. Y es que estas prácticas de contratos en B y de impagos a jugadores siguen estando en el día a día de nuestro deporte. Muchos de estos casos no son conocidos con foco en ellos porque los propios afectados (clubes y jugadores) prefieren mirar para otro lado por "interés" en no meterse en más problemas, cuando precisamente eso genera a la larga más problemas para todos. Y lo más importante, hace que la imagen del balonmano no pueda crecer más porque seguimos cayendo en errores del pasado. No aprendemos...

miércoles, 17 de junio de 2020

Bajando de la colina

Pido disculpas de antemano por si alguno piensa al leer esta entrada que caigo en egocentrismo y en mirada corta, pero necesitaba expresar en palabras lo que vivo de cerca en relación con el balonmano y la élite. Con la ya sabida renuncia del Helvetia BM. Alcobendas a disputar la Liga Guerreras Iberdrola para la temporada 2020/2021, la Comunidad de Madrid no tendrá ningún equipo en alguna de las principales categorías de nuestro balonmano (ASOBAL y División de Honor Femenina) por primera vez desde la temporada 2007/2008 y algo que sólo había pasado en el curso 2006/2007 aparte de la temporada 07/08. Si ya de por sí es triste que un equipo tenga que renunciar a una competición por temas no deportivos, que esté situado en torno a ciudades principales de España es más duro por perder principales plazas deportivas. Y si encima es un equipo o club que cubro por cercanía geográfica, más pena todavía.

No voy a ponerme aquí a explicar los hechos que han podido influir en esta situación del BM. Alcobendas (ya lo han hecho, con muy buen tino, tanto los compañeros de DEPORTE CIEN POR CIEN como los compañeros de TELEDEPORTE) ni analizarlos para buscar fallos o culpables de lo ocurrido. Ni me apetece meter más el dedo en la llaga ni considero que debo hacerlo por el buen trato que siempre me ha dado ese club y todas las personas que por allí han pasado hacia mi persona y hacia cualquiera de mis compañeros de nuestro medio de comunicación. Sólo quiero mandarle mucho ánimo y fuerza a todas las jugadoras y cuerpo técnico por esta situación y el mayor cariño posible tanto a la gente que ha tomado nuevos rumbos como a la que se ha quedado para mantener viva la llama del club madrileño.



Ha sido casi una década siguiendo de cerca las andanzas del equipo femenino de Alcobendas, practicamente casi todo el tiempo que llevo ejerciendo como periodista dedicado al balonmano, con sus alegrías y sus tristezas durante unos años muy importantes para la historia reciente del club. Reconozco que si a día de hoy tengo un especial cariño y trato hacia todo lo que sea balonmano femenino ha sido gracias a todas las tardes vividas en el Pabellón de Los Sueños, conocer de cerca cómo trabajan en el balonmano femenino y su trato siempre cercano hacia todos los que nos acercamos a ellas ha influido en que, siendo extremadamente sincero, tenga una ilusión mayor cada vez que me toca ir a ver o cubrir un partido de balonmano femenino que uno masculino. Sin desmerecer a nadie, es lo que me dicta mi corazón.

Porque al igual que en Alcobendas, los dos años que Base Villaverde estuvo en la DHF los disfruté como un enano con el cariño que siempre nos dan la buena gente de Villaverde cuando les visitamos, menos de las que se merecen, y con ganas de que ellas y otros clubes consigan volver a la élite femenina más pronto que tarde. Y como no, también en Madrid he podido disfrutar en su sentido más amplio de la élite masculina con el paso, por desgracia, fugaz del Secin Group BM. Alcobendas por ASOBAL la temporada anterior a esta última o con los dos años del Atlético de Madrid tomando el relevo del histórico BM. Ciudad Real. Poder tratar aquellos dos cursos en Vistalegre con la pléyade de estrellas que tenía el equipo rojiblanco o con los rivales que venían fue un lujo para todos y un germen que por desgracia no germinó, algo que ojalá pase pronto.

Y es que esa es la clave, germinar un gran proyecto potente y estable. Tenemos la suerte en Madrid de tener una cantidad y calidad de clubes que trabajan la base de manera excepcional y con equipos senior con mucha proyección presente y futura, gente que trabaja por y para el balonmano a un nivel increible pero actualmente falta el apoyo económico y estructural para que un proyecto de club llegue a la élite, se mantenga y se haga fuerte y estable. Sé de buena tinta que tanto la Federación Madrileña como los propios clubes trabajan lo mejor que pueden para lograr llegar lo más alto posible por sus propios medios, pero sin una apuesta seria y potente de patrocinio externo y privado les costará mucho más lograrlo. Sé que lo que pido es una utopía, y más con la situación que ahora vivimos, pero ojalá algún día se llegue a alcanzar dicha utopía.



Siendo consciente de que lo que voy a decir no es cierto ni preciso, soy de los que piensa que un periodista deportivo (sobre todo los que siguen a ligas o equipos en concreto) tiene en parte un nivel parejo a la categoría que le toca cubrir. Es por eso que, al ver que la próxima temporada va a ser la primera desde que ejerzo como periodista de balonmano donde ninguno de los equipos que cubriré va a estar en categoría de élite masculina o femenina, tengo cierta sensación que nivel y calidad que pueda ofrecer a la hora de informar de balonmano vaya a bajar también de categoría. Va a hacerse complicado ver de lejos (a través de la tele o en algún viaje esporádico) el desarrollo de ASOBAL o DHF sin vivir el día a día de un club que las dispute. Ojalá sea algo pasajero, tanto mi percepción personal como el no tener ningún equipo madrileño en la élite.

Espero que el balonmano madrileño vuelva a tener muy pronto uno o varios equipos referentes en las máximas categorías de nuestro deporte, tanto por el bien de toda la gente que rema cada fin de semana por tener viva la llama del balonmano en la capital como por no perder más plazas principales del país en la élite de nuestro balonmano. Mimbres hay muchos para que eso pase más pronto que tarde, lo hemos podido ver estos años con la implicación de la gente vinculada al balonmano cuando ha habido un gran evento en Madrid tanto en partidos de selección o como en torneos importantes. Y creo que todos ganaríamos si Madrid vuelve a tener referentes en la élite tanto masculina como femenina. Ojalá llegue pronto ese día de nuevo.

miércoles, 10 de junio de 2020

Héroes

Os reconozco que la ausencia de novedades en el blog estos tres meses ha sido por falta de motivación y de ganas de ponerme a escribir de cualquier tema, los ánimos tanto míos como del entorno estaban bajos y centrados en otros temas de mayor importancia. Asuntos como el balonmano, el deporte en general o la música que centran mis pensamientos en situación normal y que deberían ser los que me motivan para escribir han estado casi parados y no quería caer en hablar de "banalidades". Estamos viviendo por una situación que irremediablemente nos marcará a todos de por vida en mayor o menor medida e intensidad, por eso quería volver con ello y concretamente con las personas que nos están ayudando a librarnos del COVID-19: nuestros HÉROES.

Confieso que esta entrada ha venido a mi mente mientras preparaba esta semana el programa A LA MADERA especial donde he podido charlar con varias personas vinculadas al balonmano que están trabajando en la primera línea para luchar contra la pandemia del Coronavirus, personas que han redoblado su esfuerzo físico y mental para ayudar a los enfermos o para intentar frenar la propagación del virus. Como muchos podemos intuir y alguna de esas personas me han comentado públicamente o en privado, creo que no somos conscientes de todo lo que han tenido que vivir dentro de cada hospital, residencia o centro de salud con los afectados y fallecidos por el maldito virus. Y no sé si somos conscientes de cuanto les tenemos que agradecer a todos y cada uno de ellos.


Gracias eternas por todo el esfuerzo que han hecho para luchar contra una enfermedad que, por desgracia, de momento no se conoce al completo con el riesgo que supone para todo el mundo (ellos, los sanitarios, y nosotros, el resto de la población) y sin embargo todos los sanitarios han arrimado el hombro para ciudar a los enfermos y para intentar desde sus centros que el virus no se propagara. Y en algunos casos sin tener las protecciones necesarias para evitar el contagio como pasó en las primeras semanas de la pandemia, pero pese a ello se jugaban la vida (a veces, por desgracia, literalmente) por todos nosotros y por el bien de la salud. Reitero que no logramos alcanzar el agradecimiento que se merecen por toda esta labor impagable.

Conociendo de cerca la historia de distintos Héroes que están en plena lucha, tanto con los que he podido hablar en nuestro programa de radio como otros que he escuchado en otros medios, cada vez reafirmo más en mi percepción de que los sanitarios están hecho de una pasta especial y que tienen un gen vocacional que debería ser un ejemplo para cualquiera de nosotros a la hora de afrontar nuestros trabajos o retos en la vida. Implicación, motivación, enfoque en ser precisos en cada una de sus tareas porque saben que en sus manos están la salud y la vida de todos nosotros. Creo que todos los ciudadanos deberíamos empezar a tomar como ídolos a este tipo de grandes personas más que otras figuras que a veces idolatramos sin hacer una labor realmente importante o vital.

Unido a esto último, quiero dedicar unas líneas a los Héroes que más me tocan de cerca por labor periodística: los Héroes vinculados al balonmano. Es conocido por todos que la gran mayoría de personas relacionadas con el balonmano tienen un trabajo durante el día y luego por las tardes o los fines de semana se ponen a jugar, entrenar, arbitrar o cualquier otra labor deportiva, algo que ya de por sí requiere un esfuerzo físico y mental sea cual sea su trabajo. Pero si encima dicho trabajo es relacionado con la sanidad hace que su mérito sea mayor porque ser precisos y rendir a gran nivel en ambos ámbitos demuestra que esas personas tienen un gen especial de valores como esfuerzo, compromiso, trabajo o compañerismo. De alguna de esas personas ya conocía su labor en ambos campos, pero sabiendo lo que han hecho todas estas semanas para mí se han ganado la admiración eterna.


Siempre se ha dicho esa idea de "toda la labor que hacen los sanitarios está poco valorada y es impagable" y con esta pandemia nos hemos dado cuenta que realmente es así. Me refiero al hecho que las condiciones laborales (contratos, horarios y turnos de trabajo) y económicas (sueldo de los sanitarios, inversión en recursos e infraestructuras sanitarias) no son las mejores para poder afrontar una labor tan importante como cuidar de la salud de todos nosotros. Están muy bien todos los apoyos que han recibido y todos los premios que se les están dando a los sanitarios por la lucha contra el COVID-19, pero los que mandan también han de preocuparse por velar por la calidad laboral de aquellos que velan por nosotros. Cuidándoles a ellos también nos cuidamos indirectamente a nosotros mismos.

Y recopilando todas estas ideas, recuerdo algo que me han remarcado todos los sanitarios con los que he hablado durante estos días: que los agradecimientos hacia ellos están muy bien y son merecidos, pero es más importante todavía si cabe el seguir respetando las normas y no bajar la guardia a la hora de cuidarse ante el virus. Entre todos hay que evitar que vaya a haber un temido rebrote de contagios en el futuro mientras no se logre encontrar la vacuna contra la enfermedad. Todos tenemos que ser responsables de cuidarnos a nosotros mismos y cuidar a los demás. Y sobre todo, recordar siempre la gran labor que han hecho, hacen y seguirán haciendo todos los sanitarios por el bien de todos. ¡GRACIAS, HEROES!

La capitana de la eterna sonrisa

Hoy me vais a permitir el lujo que este artículo vaya dedicado a una persona en concreto que ha decidido colgar las botas y no volver a juga...